El Gobierno nacional agotó en tiempo récord el cupo de US$7000 millones sin retenciones para granos, una medida que duró apenas 72 horas y que, lejos de beneficiar al productor, terminó concentrándose en un puñado de grandes exportadores.
El presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, advirtió sobre la “velocidad inédita” con la que se registraron ventas —US$4000 millones en solo tres horas— y planteó dudas sobre la transparencia de las operatorias. Desde la Federación Agraria, Andrea Sarnari fue más directa: “No se pensó en el productor ni en incentivar la producción, fue una medida de emergencia fiscal”.
Carbap y la Sociedad Rural de Rosario coincidieron en que los principales beneficiados fueron los grandes grupos exportadores, que ahora deberán salir a comprar la mercadería al productor a precios muy por debajo del valor FOB. “Las ganancias extraordinarias quedaron en manos de los exportadores cuando deberían haber ido al productor”, remarcaron.
El esquema, presentado por el ministro Luis Caputo como un alivio para el campo, terminó siendo otra jugada de corto plazo que privilegió al lobby exportador y dejó al margen a miles de pequeños y medianos productores.
En lugar de brindar previsibilidad y reglas claras, la política de retenciones cero de Javier Milei se agotó en tres días y reforzó la concentración del negocio. Una vez más, la factura la paga el productor.
